viernes, 7 de octubre de 2016

Cofradia del Membrillo (version RPG) (II)

Camino de Susin.

Gracias Fran
Una vez habia quedado claro que algo misterioso sucedia en la zona, el grupo se puso en marcha en direccion Susín.
La primera etapa que realizaron, sin dilación ni demora, fue llegar hasta el poblado de Olivan, situado a los pies del cerro donde se encuentra Susín. El aspecto de Olivan era muy similar al pueblo de Yebra de Basa, no se observaba mucha gente por las calles así como en una zona horticultora se podían oír ritmos moriscos (dignos del mismísimo maligno), algo extraño para un poblado tan al norte de este nuestro reino.  Aprovecharon ese momento para estudiar el entorno, encontrando un granero medio abandonado con tres carros en buen estado, donde pudieron dejar parte de la equitación que llevaban para no subir peso de más, repartiendo las viandas, el agua y lo que no es agua de forma equilibrada entre los seis.


Subida a Susín.

El grupo comenzó a andar por la senda que abandonaba el poblado de Olivan y conforme se iban alejando la naturaleza parecia apoderarse del camino con cada paso que daban. En cuanto estuvieron a dos kilometros del pueblo la pista de anchura como para dos carros se habia convertido en un camino empinado de simplemente dos-tres palmos de anchura.
La Subidita

Durante el camino el grupo iba tranquilamente charlando sobre anécdotas vividas y sufridas; amoríos ganados y perdidos, encabezados por el guerrero (el mas ancho y fuerte), quien iba eligiendo en los desvíos deduciendo siempre cual era menos sospechoso de encontrarse alguna desagradable sorpresa. El mayor enemigo que se encontraron durante la subida fue un sol de frente y un viento racheado lateral que les dificultaba aun más si cabe la marcha.
Tras una hora de subida y viendo que se acercaban a Susín decidieron parar para tomar un almuerzo tardío dado que no sabían que se podían encontrar una vez llegados a destino y si hay que pelear, hay que hacerlo con el estomago lleno.
¿Me como la fruta o se la tiro al mago a la cabeza?

Reincorporados al camino, se puso en cabeza el espigado hechicero, quien al cabo de no mas de quinientos pasos y poniéndose de puntillas indicó que ya quedaba poco. El resto del grupo incrédulo le reprochó no fuera una falsa alarma, como en otras ocasiones anteriores,  con frases como "si como cuando aparecieron los golems de barro, ¿no?. Ante las risas de ese comentario el espigado hechicero retó a acercarse donde estaba él y subiéndose a una roca ver lo que veía el. Era cierto ya se veian los muros exteriores del poblado, asi como el camino se ensanchaba lo suficiente para poder estar mas anchos en el camino.

Se acabaron las risas, se pusieron en fila de a dos, apretaron los dientes y tensaron músculos preparándose ante lo que podía venir. Conforme se iban acercando al poblado abandonado, empezaron a oir numerosas y diferentes voces, voces masculinas, femeninas, de niños, de ancianos. Algo no estaba bien, no era posible. Desde fuera no se veia nada ni a nadie pero se oía como si el poblado tuviera vida.

El sombrío clérigo comenzó a recitar lo que para los otros ya era algo habitual, un ritual para tener protección ante lo antinatural. El jovencisimo guardabosques y el veterano "amigo de lo ajeno" al sobrepasar el vallado que limitaba el poblado se pusieron a los flancos del guerrero y el bardo, quienes comandaban el grupo, dejando atrás a los hombres de letras, preparando sus rezos y hechicerias.

Se fueron acercando a lo que se podia llamar la plaza del pueblo cuando de pronto saliendo de todos los edificios a su alrededor diferentes personas les rodearon, fueron unos segundos eternos en los que mitad sorpresa y mitad esperando ser atacados el grupo no reacciono, hasta que vieron que no había hostilidad, había curiosidad.
Encuentro entre fases

Tenían un aspecto extraño, parecían de otra época, parecían del futuro y del pasado. El mas fuerte y alto de los aparecidos se acercó al guardabosques y se presentó .............


(to be continued / continuará)