viernes, 23 de septiembre de 2016

El Infiltrado.

(Ante la proximidad de la Partida de Diego aprovecho a publicar esta recomendación para todo aquel viajero temporal)

Cuantas veces, cuantas veces me he dicho que he organizar mejor los viajes; tanto los físicos, los astrales y (logicamente relaciondo con este blog) los temporales. Es importante tener claro el cuándo, el cómo y el dónde; y aun así siempre hay que dejar margen a la improvisación a elementos extraños o al error dado que pueden ocurrir imprevistos ajenos a tu control.

Tomemos como ejemplo mi ultimo viaje a las Bodas de Isabel de Segura en Teruel. Un evento masificado y donde elegir dónde, cómo y cuando viajar es importante, no ¡ES VITAL!. Porque a según que hora y según que emplazamiento no hay mucho sitio y puedes agobiarte o quedarte bloqueado por no conocerte bien toda la localidad o saberte de memoria el programa festivo. Mención aparte el efecto "jet lag" de los viajes "temporales".

Hagamos un ejercicio visual, conoces el juego ¿Dónde está Wally?

En esta foto puedes ver como estaba la plaza donde tiene la residencia el señor de Albarracín, los habitantes, los turistas, los visitantes y los recreacionistas están expectantes tras la llegada de las tropas y de Diego de Marcilla (de cuerpo presente y "caliente") de vuelta de la guerra y vivo tras los rumores que las malas lenguas habían hecho llegar a la localidad turolense.


Por lo que la pregunta es ¿Dónde esta tu humilde emigrante temporal en la siguiente foto?

Abrarrotá
La plaza
¡Que morbosa es la gente!. Anda que no gustan los triángulos amorosos, alparcear y chafardear. Esto es algo que se repite a lo largo de toda la historia de la humanidad y mas en la península. ¿Que fue antes la celestina o la celestina es un ejemplo de la cultura popular?, 

¿Que existe antes, telecinco o el sálvame?

Desppues de estas preguntas retóricas, viene la de verdad.

Aun no me has encontrado?, donde te pondrías tu si pudieras elegir?.
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(Hagamos un zoom)
Gracias al fotógrafo del Heraldo
Ya?

Ahí me tienes, "robándole" protagonismo a Diego (quien por cierto me debe unos sueldos de cierta apuesta jugando a los dados en cierta taberna en Toledo y me parece que no la voy a cobrar...). El efecto de los focos cortándose en el escenario y mirar de reojo para no llamar la atención se fusionan en uno. 
Vaya careto, parezco recién aterrizado o sufriendo los severos efectos del jet-lag de los viajes temporales. O tal vez podríamos decir que el fotógrafo (o retratador) me pilló mirando la pantalla gigante instalada en la plaza a la vez que miraba por el rabillo del ojo como uno de los 20 Diegos (que actuaban esa noche), bajaba de la casa y vuestro emigrante temporal intentaba no molestar al público que tengo a la espalda, después de que Isabel le negara el beso.

Como ya me han ido comentado varias personas (principalmente ajenas a la recreación) parece que estoy pidiendo, la verdadera intrahistoria es que mientras esperábamos a recoger en camilla el cadáver de Diego el publico de detrás, nos invitó "amablemente" (tipo la señora que se pone la bolsa del prika en la cabeza cuando llueve) a que nos sentáramos para dejarles ver.

¿Que habrías hecho tu?



Gracias a: Sixto de Almogavares de Teruel y a la Encomienda Templaria y Hospitalaria